viernes, 24 de julio de 2009

UNA TERRAZA DE VERANO


Las primeras pinceladas de las frases que configuran este articulo nacieron, como quien no quiere la cosa ,o como si el ángel de la inspiración articulista ( desconozco cual es su verdadero nombre ) apareciese en mi mente, mientas que el autor de las mismas, se encontraba ubicado en una de esas terrazas estivales por donde, y como bien escribe uno de mis escritores favoritos, es decir , Arturo Pérez Reverte, al indicar de manera textual “ las terrazas, son el mejor escaparate, para ver pasar la vida“. Tome asiento, señores, en una mesa algo alejada del centro geográfico de dicha terraza, Situación esta , estudiada previamente entre otros conceptos ,porque deseaba estar algo “ aislado” de la realidad cotidiana. Mis particulares “vecinos de terraza” en esa tarde estival , donde el hermano sol , dejaba en su plenitud toda la fuerza e intensidad de su calor, eran, a mi derecha, dos jóvenes mujeres que dialogaban subiendo y bajando el tono de sus voces de manera estudiada ( según conveniencia ) sobre sus amores, sus estudios o sus planes veraniegos. Frente a mi, un joven motorista ( tal vez en ese instante haciendo una parada en su viaje ) y a mi izquierda, dos hombres de avanzada edad que mientras consumían un café y una copa de coñac, compartían en silencio reflexivo su concentración mental, en el tablero de ajedrez, que cubría prácticamente toda su mesa. Cerraba ,ese paisaje, el joven camarero, ejerciendo con gran profesionalidad su jornada laboral.

El que firma estas líneas, dedicó varios minutos a leer lo mas destacado del contenido de un periódico deportivo de tirada nacional, y después, me centré intensamente en la lectura del libro del escritor citado líneas atrás , bajo el titulo genérico de “Patente de Corso “ para introducirme, en artículos que reflejan la realidad cotidiana de una España y de una sociedad que poco a cambiado, y que tiene, como decía el propio Reverte en su libro, sectores oscuros, donde los llamados hijos de puta, en muchas ocasiones siguen haciendo de las suyas ante la ceguera de policías, jueces y políticos. De vez en cuando , miraba mi alrededor y en uno de esos fugaces descanso de mi lectura, me di cuenta, que tenia ante mis ojos una importante representación social de este país que aún y gracias a Dios, seguimos bautizando con el nombre de España.Y volví a realizar una reflexión mas intima y un poco mas detallada ( como si en ese instante utilizara una lupa imaginaria ) de mis vecinos de terraza.. La juventud de dos jóvenes mujeres deseando alcanzar, sino al completo, si al menos, en un alto porcentaje del mismo, sus sueños y objetivos. La vida motera de un joven ( calcule así al hacer, poco mas de 30 años a sus espaldas ) que en ese instante, respondía a una llamada efectuada a su móvil. Ese motero – me dije con cierta envidia - quizás como los grandes marineros y para que la leyenda siguiera viva, también en tierra firme, podría tener un amor en cada puerto , en este caso en cada pueblo y en cada ciudad. Quien sabe si la llamada atendida , pues su palabras hacia la persona ubicada al otro lado del hilo telefónico ( aunque aquí lo de hilo telefónico puede sobrar ) no seria uno de esos amores. Y como no, no podía olvidarme de los dos abuelos , a los que de alguna manera y aún mientras le doy a las teclas de mi ordenador, desconozco el porque, les cogí un cierto cariño.Quizás, recordando las vivencias que puede vivir, tanto con mi abuelo materno , como con el paterno , hasta que el ciclo inevitable de la vida, le llevo a estar junto a Dios. Ambos , seguían ejerciendo su mente, en esa batalla de estrategia que configuraban fichas blancas y negras, en un juego que allá por la lejana Edad Media, servia a reyes y generales, para configurar las estrategias de las batallas en conquistas y reconquistas de pueblos y ciudades portuguesas o españolas.

Insito, el que firma este articulo proseguía su lectura, para introducirme en la historia de “El pianista de Sheraton “ . Tal vez , en “El hombre de la furgoneta “. Quizás, en recordar“Aquellas mangueras de antaño “.Y proseguir mi viaje articulístico, embrujado por la lectura, en descubrir la magia del cine o revivir la revolución mexicana junto a Pancho Villa o Emiliano Zapata. Pero, por un fugaz instante, me di cuenta que en esa representación social que estaba ante mis ojos, algo faltaba , no sabia con exactitud que circunstancia, aunque, en apenas unos segundos la presencia de un niño de apenas, ese fue mi calculo de 3 años de edad llamando a uno de los hombres que jugaban al ajedrez bajo el nombre de abuelo, me abrió los ojos. Ya lo tengo –me dije en silencio- esa inocencia infantil, esa hermosura de niño , ahora en brazos de su abuelo, que había dejado la partida y se centro durante algunos minutos, en besar y juguetear con su nieto. Ahí, en ese niño, que hiba acompañado de su madre , quise centrarme en la última reflexión de este articulo, cuando la famosa ministra de miembros y miembras (no quiero ensuciar la belleza de estas líneas, haciendo publicidad de su nombre ) pretenden que niños inocentes, como el que permitió que se iluminaran de luz mis ojos, esa tarde de verano , no lleguen a ver la luz del mundo. Ustedes queridos lectores si están al corriente de lo contado en los telediarios , sabrán a que me refiero. Como escribo , no quiere que niños como el de mi terraza, no lleguen a aplicar el derecho al juego , a la ilusión , al calor humano de su madre o simplemente al mayor derecho de todos como es el derecho a vivir. Al cabo de unos minutos las dos jóvenes se marcharon entre risas. El motorista, puso punto y final a su descanso.El niño, volvió a coger la mano de su madre y lo vi alejarse, poco a poco, después, mecánicamente, volví a introducirme, una vez mas en mi lectura , mientras parte de mi cerebro comenzaba a configurar mentalmente estas líneas


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