martes, 7 de abril de 2009

DOS ESPERANZAS EN SEVILLA ; TIERRA DE MARIA


Nuestra Señora de la Macarena " La Señora de Sevilla "

Existen dos esperanzas en Sevilla. He dicho Sevilla. Si. Y vuelvo a repetirlo, por si existe alguna duda. Dos esperanzas, envueltas en la belleza singular de esta tierra de Maria. Dos esperanzas
" disfrazadas " de flor primaveral, en una ciudad que las adora y las idolatra. Existe en esta Sevilla, que llena de amor mariano cada lugar de la misma. Dos esperanzas que bendicen cada palabra lanzada en un pregón. Dos esperanzas de paz y de calor. El mismo calor, que, penitentes, costaleros o su guardia mariana les dan en sus estaciones de penitencia, que, llegada la primavera sevillana, deja por las calles de esta ciudad. Dos esperanzas- insisto en ello- llenas de una belleza insuperable y que como si de un Sevilla o Betis se tratase, divide el corazón del sevilano, que siente como suya el amor que la Madre de Jesús le otorga en el quehacer cotidiano.

Dos esperanzas de amor y de paz. Dos esperanzas de versos de poetas. Versos, que podemos leer en la plaza que lleva el nombre de España, mientras esperamos el beso de nuestra amada. Para ver en los ojos de nuestra esposa, nuestra novia, nuestra amiga , nuestra compañera y nuestra hermana, los ojos de nuestras dos esperanzas. Siendo entonces, el momento de dibujar en el gigantesco lienzo de la Semana Santa, dos estrellas luminosas en plena " madrugá". Y sera entonces cuando a sones de " Campanilleros " , o de " Hermanos Costaleros " piropear en cualquier esquina de Sevilla " guapa, guapa, y guapa " a la imagen mariana, en cuya esperanza depositamos profundamente nuestro corazón.
Dos esperanzas, en Sevilla, aquí, no podía ser de otra manera , en la tierra de María. Para sentir sus pasos, a la salida de sus barrios. Para sentir, sus perfumes de flores, cumplimentando su entrada en la Catedral. Para sentir , después, las saetas lanzadas desde cualquier balcón y sonreir entonces, al aprendiz de costalero, que a nuestro lado esta, eso si, con un pequeño costal entre sus manos.

Dos esperanzas. Una, la Esperanza Macarena, la bautizada como " La Señora de Sevilla ", para escoltar su paso una centuria romana, convertida en su guardia pletoriana.La otra, Esperanza de Triana. ! Ay ! Triana, hermoso y popular barrio de cantaores , toreos y costaleros.
Esperanza Macareana. Y Esperanza de Triana. Dos rios de mujer, que inevitablemente desembocan en el Guadalquivir. Dos nombres de mujer, que forman parte de la primavera andaluza. Dos piropos hecho poemas, para recitarlos en las exaltaciones marianas a estas dos esperanzas entregadas,
Esperanza de Triana y Esperanza Macarena, dos reflejos marianos, que iluminan cada amanecer al hermano sol, para decir a esta Sevilla Cofrade, " Tierra Santa. Tierra de Sor Angela. Tierra de toreros. Sigue latiendo tu corazón, para yo proteger al estudiante y al trabajador ".
Esperanza Macarena y Esperanza de Triana, nadie puede dudar ya, que sois las reinas sevillanas, para dejar la unidad de la palabra y la pluma, como bien puede dejar el torero artista, muleta en mano, sobre el albero de la Real Maestranza de Caballería.

Dos esperanzas - insito una vez mas en ello- tiene Sevilla. Dos esperanzas que aunan esfuerzos en el amor al hijo amado, que fué cruelmente asesinado. Dos esperanzas, no sabes, Sevilla, el tersoro mariano, que acoges en tu ser. Para mantener todo el año la fuerza de tu fe.

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